Inclusión, innovación y diálogo social: ejes de la segunda jornada del 47º Encuentro de la Red Cinterfor

La segunda jornada de la 47º Reunión de la Comusión Técnica fue un espacio de intenso intercambio, marcado por la reflexión sobre cómo la formación profesional puede convertirse en una herramienta estratégica para la inclusión, la igualdad de oportunidades, la transformación productiva y la resiliencia democrática. A través de paneles, presentaciones de buenas prácticas y testimonios de jóvenes y trabajadoras, se puso de relieve la fuerza de la cooperación regional y el diálogo tripartito como ejes de futuro.

Formación profesional como palanca de cohesión social

El día comenzó con el panel “Avanzar con todas y todos: Estrategias de inclusión para la formación a lo largo de la vida”, que abordó los desafíos de inclusión social y laboral en un contexto de transiciones tecnológicas, ambientales y demográficas.

Sonia González Fuentes, coordinadora del Programa Regional de la UE Sociedades Inclusivas en ALC, situó el debate en el marco de una “policrisis” de crisis superpuestas, presentando el enfoque europeo de la triple transición: verde, digital y social. Recalcó que la transición social no puede ser entendida solo como compensatoria, sino como condición necesaria para la sostenibilidad de las otras. “La formación profesional es una palanca estratégica porque articula desarrollo productivo y cohesión social, reduce desigualdades al dar acceso a colectivos excluidos y fortalece la competitividad al anticipar cambios”, afirmó.

Por su parte, Pablo Egaña del Sol, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, advirtió que “el futuro ya está aquí” y que los impactos de la inteligencia artificial ya afectan a América Latina. Explicó que la automatización golpea con más fuerza a los países en desarrollo y que la educación ya no es un seguro frente a la automatización: lo que protege es la creatividad, el aprendizaje continuo y la autonomía. Compartió los resultados del programa Talento Digital, que con bootcamps cortos mejoró empleabilidad y salarios, especialmente de mujeres, aunque con límites para la reconversión. Alertó que la IA puede polarizar el empleo y debilitar salarios bajos si no se diseñan políticas inclusivas de capacitación, protección social adaptativa y diálogo tripartito.

En el debate, se coincidió en la necesidad de fortalecer modelos de gobernanza colaborativa, reducir brechas de género y territoriales y entender la formación profesional como herramienta para la resiliencia democrática.

Formación y certificación: igualdad de oportunidades en acción

El Intercambio sobre buenas prácticas III reunió a representantes de Guatemala, Argentina, Panamá y Uruguay, con experiencias que demostraron cómo la formación y la certificación de competencias pueden abrir caminos efectivos de inclusión.

  • Oscar Stuardo Chinchilla Guzmán (INTECAP, Guatemala) presentó una oferta formativa que atiende a mujeres, jóvenes y pueblos originarios, incluyendo formación dual, certificaciones internacionales y programas de inserción para migrantes retornados y personas privadas de libertad.
  • Diego Maza (Fundación UOCRA, Argentina) destacó la “triple inclusión” educativa, social y laboral que genera la formación profesional, con innovaciones como cursos en barrios y cárceles, la incorporación de mujeres a la construcción y sistemas de certificación sectoriales que responden a nuevas demandas como las de Vaca Muerta.
  • Viviana Caballero (INADEH, Panamá) subrayó el rol de la comunicación estratégica para derribar estereotipos de género y presentó el Plan de Transformación y Mejora Integral de INADEH, con un laboratorio de emprendimiento, centros de infancia para madres y una directiva mayoritariamente femenina.
  • Fernando Ubal (UTU, Uruguay) planteó la “doble tensión” entre responder a las necesidades productivas y garantizar inclusión social, y mostró el ejemplo del Sistema Nacional Integrado de Cuidados, que visibilizó y profesionalizó tareas feminizadas.

En la ronda final, se coincidió en que la certificación es clave para dignificar el trabajo y facilitar la movilidad laboral, y que la cooperación regional debe avanzar hacia certificaciones sin fronteras que garanticen inclusión en contextos de migración.

Nuevas voces: la formación que cambia vidas

El panel “Nuevas voces” dio un lugar central a las experiencias de quienes viven en primera persona los procesos de formación y certificación.

  • Sandra Ganga Rodríguez (Chile), trabajadora y estudiante de gastronomía, contó cómo la certificación de ChileValora le permitió ingresar a la educación superior y proyectar un emprendimiento familiar, demostrando que es posible combinar maternidad, trabajo y estudio.
  • Tally Arriagada (Chile), fundador de Red Egresa, relató su tránsito desde el sistema de protección a la acción social, convirtiendo su experiencia en motor de acompañamiento para jóvenes en transición a la vida independiente. Recalcó la importancia de políticas públicas continuas y de un enfoque intersectorial.
  • Silvia Hernández (Costa Rica), egresada del INA y desarrolladora de software, rompió estereotipos de género en áreas STEM. Valoró la certificación como validación del esfuerzo y llamó a ampliar oportunidades para jóvenes rurales, destacando que “en cada rincón hay talento esperando oportunidades”.

Sus testimonios evidenciaron la fuerza transformadora de la formación cuando se conecta con la vida real, derriba barreras y abre puertas a nuevos proyectos de vida.

Inteligencia del mercado de trabajo y competencias

En el Intercambio sobre buenas prácticas IV, instituciones de Brasil, Chile, Uruguay y España discutieron los avances en sistemas de inteligencia laboral capaces de anticipar tendencias y orientar políticas.

  • Gustavo Leal (SENAI, Brasil) presentó un sistema innovador de orientación profesional, comparado con un “Waze de la carrera industrial”, que combina datos prospectivos e inteligencia artificial.
  • Nicolás Ratto Ribo (Chile) expuso la Estrategia Nacional de Prospección Laboral, que articula observatorios regionales y nacionales para entregar información útil a instituciones y trabajadores.
  • Miguel Venturiello (Uruguay) destacó la importancia del diálogo tripartito y advirtió que los estudios prospectivos deben traducirse en decisiones productivas concretas, incluyendo a sectores invisibilizados como los recicladores.
  • Gerardo Gutiérrez Ardoy (España) presentó herramientas tecnológicas como LEO, que traduce ofertas laborales en clasificaciones normalizadas, y sistemas de IA validados en estructuras paritarias.

El panel coincidió en que la información no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para conectar formación con empleo, reducir brechas y garantizar transiciones laborales justas.

Estrategias formativas para la transformación productiva

El Intercambio sobre buenas prácticas V mostró cómo distintas realidades avanzan en articular formación con políticas de desarrollo productivo.

  • Henderson Eastmond (Barbados) explicó que su país diversifica su economía con nuevos sectores creativos y digitalización de currículos, apoyándose en cualificaciones regionales de CARICOM para garantizar movilidad laboral.
  • Antonio de Luis Acevedo (FUNDAE, España) detalló el papel de la formación en el plan de recuperación, con un 1% del PIB destinado a capital humano y programas como Digitalízate, que ya alcanzó a 8,9 millones de trabajadores.
  • Alfredo Mongelós (SINAFOCAL, Paraguay) destacó el rol del diálogo tripartito en alinear la formación con la meta de generar 500.000 empleos, avanzando en certificación de competencias y estudios prospectivos.

La sesión subrayó que la formación profesional se consolida como pilar estratégico del desarrollo productivo, y que la cooperación regional es clave para construir sistemas más ágiles y personalizados.

Un hito histórico: la Declaración del Diálogo Social Tripartito Iberoamericano

La jornada concluyó con la presentación de los resultados del Proceso de Diálogo Social Tripartito Iberoamericano 2023–2025, que culminó con la firma de una declaración histórica.

Gobiernos, empleadores y trabajadores coincidieron en que se trata de un punto de partida para consolidar el diálogo tripartito como eje de la gobernanza de la formación profesional. Entre las intervenciones destacaron:

  • Alejandra Aguilar (Gobierno, Guatemala), quien la definió como hoja de ruta para homologar estrategias.
  • Florencia Suau (Argentina), que subrayó su carácter de precedente histórico y propuso crear grupos promotores nacionales.
  • Rosane Bertotti (Brasil), que recordó que el diálogo social es una práctica conquistada, no solo un concepto.
  • Isabel Guzmán (Panamá), que defendió la legitimidad sindical y la necesidad de un diálogo inclusivo.
  • Juan Arturo González (Colombia), que resaltó el valor del reconocimiento de saberes previos.
  • Gemma Torres (España), que posicionó la formación como un derecho fundamental.
  • José Miguel Guerrero (España), que advirtió sobre el riesgo de desequilibrios y llamó a invertir en orientación y en la inclusión de migrantes.
  • Amparo Burgueño (España), que habló de corresponsabilidad en las transiciones.
  • Juan Carlos Tejeda (España), que calificó la declaración como un hito histórico y llamó a “hacer camino al andar”.

El panel coincidió en que la declaración reafirma que la formación profesional es una herramienta de inclusión, cohesión social y democracia, y que ahora corresponde traducir el

La segunda jornada del 47º Encuentro dejó en claro que la formación profesional no es solo un instrumento de empleabilidad, sino un pilar para la justicia social, la transformación productiva y la democracia. Desde las experiencias locales hasta las declaraciones regionales, el mensaje fue unánime: incluir, innovar y dialogar son las claves para enfrentar las transiciones y garantizar oportunidades para todas las personas en Iberoamérica.