Las estrategias complementarias son definidas como:

una diversidad de respuestas y/o contribuciones que - atendiendo a las desigualdades en el punto de partida- permitan facilitar el ingreso y permanencia de personas de bajos ingresos en procesos de formación, y mejorar su situación ocupacional. 

Se trata de un proceso que involucra a las personas y las instituciones de formación y que contempla la habilitación de respuestas para atender las necesidades y demandas identificadas, durante la formación.

Tradicionalmente, las políticas de empleo y formación han acudido a becas o subsidios para compensar estas diferencias de partida. En general, se los ha concebido como un instrumento adicional al proceso de enseñanza-aprendizaje y se los ha administrado de forma estandarizada.

Al focalizar conceptualmente en la diversidad y heterogeneidad de las poblaciones atendidas y de sus contextos de inserción, se plantéa la necesidad de revisar estos mecanismos, preguntándose si el mismo apoyo podría tener igual valor para personas y situaciones diversas así como el grado de coherencia entre un enfoque pedagógico participativo, promotor del protagonismo y la responsabilidad de las personas en la formación y la inserción laboral, y la entrega controlada y genérica de un subsidio.

Es asi que se llega a esta nueva concepción, donde las estrategias complementarias tienen más de un rol. Son: 

• una metodología de trabajo con la población meta;
• una estrategia de discriminación positiva;
• un componente con un fuerte sesgo de gestión.

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