Formación en habilidades digitales en Micro y Pequeñas empresas de América Latina y el Caribe: capacidad estatal, legado de política y oportunidad.
En América Latina las micro y pequeñas empresas representan un 90% de la matriz productiva. Una mejora sostenida en productividad representaría grandes avances para un 64% del empleo y un 25% del producto de los países de la región.
Visto el potencial de mejora en términos de productividad vinculado a la digitalización es central comprender los desafíos y estrategias que explican en la región el acceso (o no) de este tipo de empresas a la formación en competencias digitales. En función de este objetivo, Cinterfor, a través de un acuerdo con la Universidad Católica del Uruguay (UCUDAL), desarrolló un marco conceptual para el análisis del acceso a las competencias digitales por parte de las MyPES. El trabajo incluyó el estudio de casos en diez países a ser analizados desde este marco conceptual. El marco conceptual identifica las dimensiones que hacen a la política en formación y estas se desdoblan además para incluir a las MyPES en relación con las competencias digitales. Desde este marco se señalan posibles ineficiencias o riesgos que pueden resultar de las políticas aplicadas. En particular, se señala el potencial desencuentro entre oferta y demanda de competencias digitales entre las MyPES y los sistemas de formación profesional. En términos generales y no en relación directa a los casos, se señala que una oferta de formación para MyPES, sin políticas activas de focalización y ajuste tiende a generar un efecto “goteo” de difusión de las competencias digitales, efecto que no maximiza el alcance ni el uso efectivo de los recursos. Los casos estudiados, reflejan en mayor o menor medida, algunos de estos riesgos, pero muestran también una gran cantidad de esfuerzo puesto desde la formación profesional para acercar las competencias digitales a las empresas. Se identifican también desafíos que resultan propios de la política pública o marco estructural de la formación profesional y que en general escapan a los mandatos de las instituciones entrevistadas. Es decir, algunos de los desafíos identificados no son abordables exclusivamente desde la actividad de las IFP, sino que requieren de una atención coordinada de un sistema de formación profesional que incluye entre otros ministerios de trabajo o economía, asociaciones de empresas, sistema educativo en general y los responsables por la infraestructura digital del país.El documento finaliza con una serie de recomendaciones orientadas a mejoras de política pública y fortalecimiento de procesos existentes en los sistemas de formación profesional. Se trata de un primer estudio que esperamos complementar en trabajos subsiguientes con (i) análisis que observe también la demanda de formación por parte de MyPES y (ii) análisis de datos e información sobre la realidad de las MyPES a efectos de estudiar los vínculos causales que explican este desencuentro entre la oferta y demanda por competencias digitales en el sector.