Trabajo por proyecto

Criterios metodológico-estratégicos

Trabajo por proyecto

Un proyecto responde a una voluntad deliberada de actuar sobre la realidad para mejorarla, para resolver sus problemas. Es una herramienta de gestión de actividades y procesos dirigidos a generar cambios y, por ende, al logro de objetivos concretos. El trabajo por proyecto implica pensar en términos de resultados y procesos, se sustenta en una actitud de insatisfacción acerca de la manera como suceden las cosas y de disposición para hacerlas de forma distinta, direcciona el camino, estableciendo desde dónde se parte, adónde se quiere llegar (resultados) y visualiza cómo hacerlo (el proceso).

El proyecto contiene tres elementos básicos:

  • una actitud sistémica y prospectiva 1 que conduce a visualizar un futuro distinto, deseado y posible que se concreta en la conformación de una nueva identidad, entendiendo por tal lo que hace singular, lo que caracteriza y diferencia a una persona o a una organización frente a su comunidad;
  • un análisis crítico de la situación de partida que no debe ser una mera fotografía de la realidad personal o institucional sino que debe identificar fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) con relación a los requerimientos del entorno económico, social y cultural y al futuro deseado;
  • la implementación de un plan estratégico de acción o de mejora conformado por el conjunto de objetivos, metas, estrategias, actividades, mecanismos de ejecución y seguimiento necesarios para transitar del presente insatisfactorio al futuro deseado.

Un proyecto se estructura en etapas cuyos resultados están dirigidos a responder a las preguntas-guías del proceso de cambio: de dónde partimos, qué queremos alcanzar, cómo lo vamos a hacer, qué logramos y qué queda por hacer.

Se trata de preguntas a la que se debe volver constantemente y cuyas respuestas tienen necesariamente que ser revisadas a la luz de lo que se va logrando, de lo contrario estaríamos contradiciéndonos nada menos que con el objetivo del proyecto: cambiar. Cada resultado obtenido genera un nuevo proceso y así hasta el logro del propósito final, lo que tampoco implica inamovilidad y, menos aún cuando el objetivo es la mejora continua.

Implica entonces iniciar "un camino que se va construyendo al andar" y, por ende, cada punto de llegada se constituye en un nuevo punto de partida. De ahí la necesidad de un plan estratégico de mejora que incluya entre sus metas las bases, criterios y recomendaciones para la sostenibilidad del propósito y de sus logros.

Educar o formar por proyecto implica:

  • desarrollar o fortalecer en las personas así como en las organizaciones la adquisición de competencias para plantear y resolver problemas - puesto que éstos constituyen un elemento detonante del proceso de cambio-, para analizar la realidad propia y del entorno, para priorizar, planificar, organizarse, interactuar con otros para encontrar las soluciones, etc.
  • promover la actitud, el compromiso con el cambio y con los resultados, es decir con hacer que las cosas sucedan de manera distinta a cómo veníamos haciéndolo

Se trata entonces de aprender para hacer mejor y de desaprender lo que hacemos erróneamente, necesitamos aprender a reconocer capacidades, a valorar lo que hacemos bien y a revisar críticamente las carencias, autolimitaciones, barreras externas e internas para, a partir de esa revisión, operar sobre el punto de partida.

Por todo lo expuesto, este modelo adoptó la construcción de proyectos como:

  • metodología didáctica coherente y efectiva para concretar todos los criterios rectores;
  • dispositivos estratégicos: Proyecto Ocupacional y Proyecto Institucional de Innovación.


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1- Como expresa Michel Godet, la prospectiva es una reflexión para aclarar la acción presente a la luz de los futuros posibles.